martes, 21 de diciembre de 2010
sábado, 11 de diciembre de 2010
¡La que ha liado Cuddle!
December 11th, 2010
Hola superpandas,
¿Tenéis ganas de que llegue Navidad? Ayer Max y yo escuchamos canciones de Navidad, comimos turrones y polvorones y decoramos el árbol de Navidad de Max. Nos llevó mucho tiempo, pero porque Cuddle no paraba de tocarnos las narices. Mirar la que montó:
Que arbol tan copado!
Jaja
Jaja

¡No nos dejó en paz ni un minuto! Yo ya tenía todos los adornos navideños colocados en el suelo y, adivinar que hizo Cuddle. Me fui un momento y cuando volví, había cogido los calcetines del árbol y se los había colocado encima de la cabeza.
Resulta que se quedó atrapado con la cinta de regalo y la había repartido por toda la casa del árbol. Y para colmo, también mordió el cable de las luces de colores. 


Pobre Max jaja


Muy Bien Ella jaja
Jaja ,Pues hoy no voy a perder ni un segundo y voy a llevar ya los adornos al árbol para que Cuddle no me la vuelva a jugar.
¿Tenéis alguna mascota en casa que también os toca las narices? ¡Contarnos alguna historia divertida de vuestras experiencias con los animales!

Ojito al parche
Max y Ella Y Calu Y Nito
domingo, 21 de noviembre de 2010
lunes, 18 de octubre de 2010
martes, 12 de octubre de 2010
viernes, 1 de octubre de 2010
jueves, 30 de septiembre de 2010
lunes, 27 de septiembre de 2010
domingo, 12 de septiembre de 2010
martes, 7 de septiembre de 2010
lunes, 6 de septiembre de 2010
viernes, 27 de agosto de 2010
martes, 24 de agosto de 2010
miércoles, 4 de agosto de 2010
viernes, 30 de julio de 2010
Textos divertidos: Anécdotas de soporte técnico
Si te crees tecnológicamente incapaz consuélate leyendo este extracto de un articulo del Wall Street Journal sobre las anécdotas ocurridas en las líneas de atención al cliente de varias empresas informáticas:
Se ha considerado en la cámara de atención al cliente de varias empresas importantes, sustituir la instrucción: "Press Any Key to Continue" por "Press Intro" debido a las llamadas que preguntaban donde se encontraba la maldita tecla "Any".
El servicio de apoyo técnico de AST recibió una llamada de queja sobre lo difícil que resultaba manejar el ratón con la "protección para el polvo" puesta. La "protección para el polvo" resulto ser la bolsa de plástico en la que venía embalado el ratón.
Buenas tardes Western Digital - Soporte Técnico en que podemos ayudarle?
Mi nombre es Jesús y tengo un disco duro Western Digital, tengo un mensaje en la pantalla y me gustaría saber quien es el "General Failure" y porqué carrizo está leyendo mi disco duro.
Un usuario siguió fielmente las instrucciones para instalar el software. Tan fielmente que cuando leyó que sacara los discos de su envoltura y los introdujera en la unidad, el usuario retiró meticulosamente la parte externa dejando tan solo el disco magnético y la parte central metálica. Aun se preguntaba como podía tener problemas si había seguido la instrucciones "al pie de la letra".
A otro cliente de AST se le pidió que enviara una copia de sus discos de arranque que producían problemas. Unos días más tarde el servicio técnico recibió una carta del cliente con unas magnificas fotocopias en color de los discos.
Un técnico del servicio telefónico de Dell aconsejo a un usuario que volviera a introducir el disco en la unidad y cerrara la puerta. El cliente le pidió que esperara un momento, y se escucho como dejaba el teléfono sobre la mesa y se levantaba para cerrar la puerta de la habitación.
Otro cliente de Dell llamó diciendo que no podía enviar faxes con su ordenador. Después de 40 minutos de explicaciones cruzadas, el técnico descubrió que el usuario estaba intentando enviar una hoja de papel por fax pasándola por la pantalla y apretando la tecla "send".
Otro usuario de Dell llamó quejándose de que su teclado había dejado de funcionar. El técnico le preguntó sobre las condiciones de conservación del mismo y el cliente le respondió orgullosamente que por estar sucio no podía ser: "Lo he limpiado hoy mismo sacando una por una todas las teclas y limpiando el armazón con agua, abundante jabón y un cepillo".
Un usuario llama a soporte técnico y pide hablar con Pedro y el idiota le
contesta
- "Está de vacaciones pero puede esperar en línea"
Un técnico de Dell recibió una llamada de un cliente indignado porque su ordenador le había insultado. Me ha llamado "malo, invalido e incorrecto".
El técnico le explicó que las respuestas "comando incorrecto" o "invalido" del ordenador no deben tomarse como algo personal.
Un confuso usuario de IBM tenía problemas para imprimir sus documentos.
Le comentó al técnico de atención "on line" que su ordenador decía "no puedo encontrar la impresora". "Incluso he girado el monitor hacia la impresora pero el ordenador sigue sin poder 'ver' la impresora."
Una desesperada usuaria recurrió al Servicio de Apoyo Técnico de Dell porque su nuevo ordenador Dell no se encendía. Tras asegurarse que el aparato estaba enchufado el técnico, le pidió que le comentara que pasaba al apretar el botón de encendido. Ella respondió "He apretado varias veces el pedal y no ha pasado nada pero no encuentro donde se mete la llave".
- "¿Qué pedal?" - preguntó el técnico
- "El pedal blanco con los dos botones que tiene una pelotica abajo."
Otra clienta llamó al servicio técnico de Compaq para decir que su nuevo
y reluciente ordenador no funcionaba. Ella comentó que había desembalado la unidad, la había enchufado según las instrucciones y esperado hasta 2 minutos sin que nada pasara. Cuando se le preguntó que relatara que sucedía exactamente al apretar el botón de encendido, ella contestó "¿Qué botón de encendido?".
Operador del Centro de Atención al Cliente de Novell NetWare:
- Usuario: "Hola, ¿es el Servicio Técnico?"
- Técnico: "Si, aquí es. ¿En que puedo ayudarle?."
- Usuario: "El portavasos de mi PC se ha roto y como estoy todavía en garantía me gustaría que me lo sustituyeran. ¿Qué tengo que hacer?".
- Técnico:" Disculpe. ¿Ha dicho "portavasos"?
- Usuario: "Si. Esta incorporado a mi ordenador."
- Técnico: "Perdóneme, si parezco un poco perdido pero es que lo estoy. ¿Recibió usted ese elemento como parte de una promoción u oferta?, ¿cómo consiguió ese "portavasos"?, ¿tiene alguna marca impresa?."
- Usuario: "Pues venia con el ordenador. No se nada de ninguna promoción y en el solo hay escrito "8X"
En ese momento el Técnico se vio obligado a tapar el micrófono de su teléfono porque no pudo contener un ataque de risa. El usuario había estado usando como "portavasos" la plataforma extraible del CD-ROM. Y naturalmente había terminado por romperse.
Otro usuario de IBM tenía problemas instalando el software y llamó pidiendo ayuda. "Puse el primer disco en la unidad y todo parecía correcto.
Pero cuando me pidió que metiera el segundo disco tuve algunos problemas.
Pero ya el tercero si no me cupo esa ranura es muy pequeña.
Si eres programador y no logras hacer algo que sirva, llámalo versión 1.0
¿No les parece estúpido el siguiente mensaje? Error, No Keyboard Found- Press F1 to Continue
¿Alguna vez has notado lo rápido que corre Windows? Yo tampoco.
jueves, 29 de julio de 2010
martes, 27 de julio de 2010
viernes, 23 de julio de 2010
jueves, 22 de julio de 2010
miércoles, 21 de julio de 2010
martes, 20 de julio de 2010
lunes, 19 de julio de 2010
domingo, 18 de julio de 2010
lunes, 12 de julio de 2010
domingo, 11 de julio de 2010
sábado, 10 de julio de 2010
viernes, 9 de julio de 2010
El Juez liberó la nota que dejó el Dr. René Favaloro antes de suicidarse
Del Dr. René Favaloro julio 29-2000 - 14,30 horas
Si se lee mi carta de renuncia a la Cleveland Clinic, está claro que mi regreso a la Argentina (después de haber alcanzado un lugar destacado en la cirugía cardiovascular) se debió a mi eterno compromiso con mi patria. Nunca perdí mis raíces.. Volví para trabajar en docencia, investigación y asistencia médica. La primera etapa en el Sanatorio Güemes, demostró que inmediatamente organizamos la residencia en cardiología y cirugía cardiovascular, además de cursos de post grado a todos los niveles.
Le dimos importancia también a la investigación clínica en donde participaron la mayoría de los miembros de nuestro grupo.
En lo asistencial exigimos de entrada un número de camas para los indigentes. Así, cientos de pacientes fueron operados sin cargo alguno. La mayoría de nuestros pacientes provenían de las obras sociales. El sanatorio tenía contrato con las más importantes de aquel entonces.
La relación con el sanatorio fue muy clara: los honorarios, provinieran de donde provinieran, eran de nosotros; la internación, del sanatorio (sin duda la mayor tajada).
Nosotros con los honorarios pagamos las residencias y las secretarias y nuestras entradas se distribuían entre los médicos proporcionalmente.
Nunca permití que se tocara un solo peso de los que no nos correspondía.
A pesar de que los directores aseguraban que no había retornos, yo conocía que sí los había. De vez en cuando, a pedido de su director, saludaba a los sindicalistas de turno, que agradecían nuestro trabajo.
Este era nuestro único contacto.
A mediados de la década del 70, comenzamos a organizar la Fundación. Primero con la ayuda de la Sedra, creamos el departamento de investigación básica que tanta satisfacción nos ha dado y luego la construcción del Instituto de Cardiología y cirugía cardiovascular.
Cuando entró en funciones, redacté los 10 mandamientos que debían sostenerse a rajatabla, basados en el lineamiento ético que siempre me ha acompañado.
La calidad de nuestro trabajo, basado en la tecnología incorporada más la tarea de los profesionales seleccionados hizo que no nos faltara trabajo, pero debimos luchar continuamente con la corrupción imperante en la medicina (parte de la tremenda corrupción que ha contaminado a nuestro país en todos los niveles sin límites de ninguna naturaleza). Nos hemos negado sistemáticamente a quebrar los lineamientos éticos, como consecuencia, jamás dimos un solo peso de retorno. Así, obras sociales de envergadura no mandaron ni mandan sus pacientes al Instituto.
¡Lo que tendría que narrar de las innumerables entrevistas con los sindicalistas de turno!
Manga de corruptos que viven a costa de los obreros y coimean fundamentalmente con el dinero de las obras sociales que corresponde a la atención médica.
Lo mismo ocurre con el PAMI. Esto lo pueden certificar los médicos de mi país que para sobrevivir deben aceptar participar del sistema implementado a lo largo y ancho de todo el país.
Valga un solo ejemplo: el PAMI tiene una vieja deuda con nosotros, (creo desde el año 94 o 95) de 1.900.000 pesos; la hubiéramos cobrado en 48 horas si hubiéramos aceptado los retornos que se nos pedían (como es lógico no a mí directamente).
Si hubiéramos aceptado las condiciones imperantes por la corrupción del sistema (que se ha ido incrementando en estos últimos años) deberíamos tener 100 camas más. No daríamos abasto para atender toda la demanda.
El que quiera negar que todo esto es cierto que acepte que rija en la Argentina, el principio fundamental de la libre elección del médico, que terminaría con los acomodados de turno.
Los mismo ocurre con los pacientes privados (incluyendo los de la medicina prepaga) el médico que envía a estos pacientes por el famoso ana-ana , sabe, espera, recibir una jugosa participación del cirujano.
Hace muchísimos años debo escuchar aquello de que Favaloro no opera más! ¿De dónde proviene este infundio?. Muy simple: el pacientes es estudiado. Conclusión, su cardiólogo le dice que debe ser operado. El paciente acepta y expresa sus deseos de que yo lo opere. 'Pero cómo, usted no sabe que Favaloro no opera hace tiempo?'. 'Yo le voy a recomendar un cirujano de real valor, no se preocupe'. El cirujano 'de real valor' además de su capacidad profesional retornará al cardiólogo mandante un 50% de los honorarios!
Varios de esos pacientes han venido a mi consulta no obstante las 'indicaciones' de su cardiólogo. '¿Doctor, usted sigue operando?' y una vez más debo explicar que sí, que lo sigo haciendo con el mismo entusiasmo y responsabilidad de siempre.
Muchos de estos cardiólogos, son de prestigio nacional e internacional.
Concurren a los Congresos del American College o de la American Heart y entonces sí, allí me brindan toda clase de felicitaciones y abrazos cada vez que debo exponer alguna 'lecture' de significación. Así ocurrió cuando la de Paul D. White lecture en Dallas, decenas de cardiólogos argentinos me abrazaron, algunos con lágrimas en los ojos. Pero aquí, vuelven a insertarse en el 'sistema' y el dinero es lo que más les interesa.
La corrupción ha alcanzado niveles que nunca pensé presenciar. Instituciones de prestigio como el Instituto Cardiovascular Buenos Aires, con excelentes profesionales médicos, envían empleados bien entrenados que visitan a los médicos cardiólogos en sus consultorios. Allí les explican en detalles los mecanismos del retorno y los porcentajes que recibirán no solamente por la cirugía, los métodos de diagnóstico no invasivo (Holter eco, camara y etc., etc.) los cateterismos, las angioplastias, etc. etc., están incluidos..
No es la única institución. Médicos de la Fundación me han mostrado las hojas que les dejan con todo muy bien explicado. Llegado el caso, una vez el paciente operado, el mismo personal entrenado, visitará nuevamente al cardiólogo, explicará en detalle 'la operación económica' y entregará el sobre correspondiente!.
La situación actual de la Fundación es desesperante, millones de pesos a cobrar de tarea realizada, incluyendo pacientes de alto riesgo que no podemos rechazar. Es fácil decir 'no hay camas disponibles'.
Nuestro juramento médico lo impide.
Estos pacientes demandan un alto costo raramente reconocido por las obras sociales. A ello se agregan deudas por todos lados, las que corresponden a la construcción y equipamiento del ICYCC, los proveedores, la DGI, los bancos, los médicos con atrasos de varios meses.. Todos nuestros proyectos tambalean y cada vez más todo se complica.
En Estados Unidos, las grandes instituciones médicas, pueden realizar su tarea asistencial, la docencia y la investigación por las donaciones que reciben.
Las cinco facultades médicas más trascendentes reciben más de 100 millones de dólares cada una! Aquí, ni soñando.
Realicé gestiones en el BID que nos ayudó en la etapa inicial y luego publicitó en varias de sus publicaciones a nuestro instituto como uno de sus logros!. Envié cuatro cartas a Enrique Iglesias, solicitando ayuda (¡tiran tanto dinero por la borda en esta Latinoamérica!) todavía estoy esperando alguna respuesta. Maneja miles de millones de dólares, pero para una institución que ha entrenado centenares de médicos desparramados por nuestro país y toda Latinoamérica, no hay respuesta.
¿Cómo se mide el valor social de nuestra tarea docente?
Es indudable que ser honesto, en esta sociedad corrupta tiene su precio. A la corta o a la larga te lo hacen pagar.
La mayoría del tiempo me siento solo. En aquella carta de renuncia a la C. Clinic , le decía al Dr. Effen que sabía de antemano que iba a tener que luchar y le recordaba que Don Quijote era español!
Sin duda la lucha ha sido muy desigual.
El proyecto de la Fundación tambalea y empieza a resquebrajarse.
Hemos tenido varias reuniones, mis colaboradores más cercanos, algunos de ellos compañeros de lucha desde nuestro recordado Colegio Nacional de La Plata, me aconsejan que para salvar a la Fundación debemos incorporarnos al 'sistema'.
Sí al retorno, sí al ana-ana.
'Pondremos gente a organizar todo'. Hay 'especialistas' que saben como hacerlo. 'Debes dar un paso al costado. Aclararemos que vos no sabes nada, que no estás enterado'. 'Debes comprenderlo si querés salvar a la Fundación'
¡Quién va a creer que yo no estoy enterado!
En este momento y a esta edad terminar con los principios éticos que recibí de mis padres, mis maestros y profesores me resulta extremadamente difícil. No puedo cambiar, prefiero desaparecer.
Joaquín V. González, escribió la lección de optimismo que se nos entregaba al recibirnos: 'a mí no me ha derrotado nadie'. Yo no puedo decir lo mismo. A mí me ha derrotado esta sociedad corrupta que todo lo controla. Estoy cansado de recibir homenajes y elogios al nivel internacional. Hace pocos días fui incluido en el grupo selecto de las leyendas del milenio en cirugía cardiovascular. El año pasado debí participar en varios países desde Suecia a la India escuchando siempre lo mismo.
'¡La leyenda, la leyenda!'
Quizá el pecado capital que he cometido, aquí en mi país, fue expresar siempre en voz alta mis sentimientos, mis críticas, insisto, en esta sociedad del privilegio, donde unos pocos gozan hasta el hartazgo, mientras la mayoría vive en la miseria y la desesperación. Todo esto no se perdona, por el contrario se castiga.
Me consuela el haber atendido a mis pacientes sin distinción de ninguna naturaleza. Mis colaboradores saben de mi inclinación por los pobres, que viene de mis lejanos años en Jacinto Arauz.
Estoy cansado de luchar y luchar, galopando contra el viento como decía Don Ata.
No puedo cambiar.
No ha sido una decisión fácil pero sí meditada.
No se hable de debilidad o valentía.
El cirujano vive con la muerte, es su compañera inseparable, hable de debilidad o valentía.
El cirujano vive con la muerte, es su compañera inseparable, con ella me voy de la mano.
Sólo espero no se haga de este acto una comedia. Al periodismo le pido que tenga un poco de piedad.
Estoy tranquilo. Alguna vez en un acto académico en USA se me presentó como a un hombre bueno que sigue siendo un médico rural. Perdónenme, pero creo, es cierto. Espero que me recuerden así.
En estos días he mandado cartas desesperadas a entidades nacionales, provinciales, empresarios, sin recibir respuesta.
En la Fundación ha comenzado a actuar un comité de crisis con asesoramiento externo. Ayer empezaron a producirse las primeras cesantías. Algunos, pocos, han sido colaboradores fieles y dedicados. El lunes no podría dar la cara.
A mi familia en particular a mis queridos sobrinos, a mis colaboradores, a mis amigos, recuerden que llegué a los 77 años. No aflojen, tienen la obligación de seguir luchando por lo menos hasta alcanzar la misma edad, que no es poco.
Una vez más reitero la obligación de cremarme inmediatamente sin perder tiempo y tirar mis cenizas en los montes cercanos a Jacinto Arauz, allá en La Pampa.
Queda terminantemente prohibido realizar ceremonias religiosas o civiles.
Un abrazo a todos
René Favaloro
Si se lee mi carta de renuncia a la Cleveland Clinic, está claro que mi regreso a la Argentina (después de haber alcanzado un lugar destacado en la cirugía cardiovascular) se debió a mi eterno compromiso con mi patria. Nunca perdí mis raíces.. Volví para trabajar en docencia, investigación y asistencia médica. La primera etapa en el Sanatorio Güemes, demostró que inmediatamente organizamos la residencia en cardiología y cirugía cardiovascular, además de cursos de post grado a todos los niveles.
Le dimos importancia también a la investigación clínica en donde participaron la mayoría de los miembros de nuestro grupo.
En lo asistencial exigimos de entrada un número de camas para los indigentes. Así, cientos de pacientes fueron operados sin cargo alguno. La mayoría de nuestros pacientes provenían de las obras sociales. El sanatorio tenía contrato con las más importantes de aquel entonces.
La relación con el sanatorio fue muy clara: los honorarios, provinieran de donde provinieran, eran de nosotros; la internación, del sanatorio (sin duda la mayor tajada).
Nosotros con los honorarios pagamos las residencias y las secretarias y nuestras entradas se distribuían entre los médicos proporcionalmente.
Nunca permití que se tocara un solo peso de los que no nos correspondía.
A pesar de que los directores aseguraban que no había retornos, yo conocía que sí los había. De vez en cuando, a pedido de su director, saludaba a los sindicalistas de turno, que agradecían nuestro trabajo.
Este era nuestro único contacto.
A mediados de la década del 70, comenzamos a organizar la Fundación. Primero con la ayuda de la Sedra, creamos el departamento de investigación básica que tanta satisfacción nos ha dado y luego la construcción del Instituto de Cardiología y cirugía cardiovascular.
Cuando entró en funciones, redacté los 10 mandamientos que debían sostenerse a rajatabla, basados en el lineamiento ético que siempre me ha acompañado.
La calidad de nuestro trabajo, basado en la tecnología incorporada más la tarea de los profesionales seleccionados hizo que no nos faltara trabajo, pero debimos luchar continuamente con la corrupción imperante en la medicina (parte de la tremenda corrupción que ha contaminado a nuestro país en todos los niveles sin límites de ninguna naturaleza). Nos hemos negado sistemáticamente a quebrar los lineamientos éticos, como consecuencia, jamás dimos un solo peso de retorno. Así, obras sociales de envergadura no mandaron ni mandan sus pacientes al Instituto.
¡Lo que tendría que narrar de las innumerables entrevistas con los sindicalistas de turno!
Manga de corruptos que viven a costa de los obreros y coimean fundamentalmente con el dinero de las obras sociales que corresponde a la atención médica.
Lo mismo ocurre con el PAMI. Esto lo pueden certificar los médicos de mi país que para sobrevivir deben aceptar participar del sistema implementado a lo largo y ancho de todo el país.
Valga un solo ejemplo: el PAMI tiene una vieja deuda con nosotros, (creo desde el año 94 o 95) de 1.900.000 pesos; la hubiéramos cobrado en 48 horas si hubiéramos aceptado los retornos que se nos pedían (como es lógico no a mí directamente).
Si hubiéramos aceptado las condiciones imperantes por la corrupción del sistema (que se ha ido incrementando en estos últimos años) deberíamos tener 100 camas más. No daríamos abasto para atender toda la demanda.
El que quiera negar que todo esto es cierto que acepte que rija en la Argentina, el principio fundamental de la libre elección del médico, que terminaría con los acomodados de turno.
Los mismo ocurre con los pacientes privados (incluyendo los de la medicina prepaga) el médico que envía a estos pacientes por el famoso ana-ana , sabe, espera, recibir una jugosa participación del cirujano.
Hace muchísimos años debo escuchar aquello de que Favaloro no opera más! ¿De dónde proviene este infundio?. Muy simple: el pacientes es estudiado. Conclusión, su cardiólogo le dice que debe ser operado. El paciente acepta y expresa sus deseos de que yo lo opere. 'Pero cómo, usted no sabe que Favaloro no opera hace tiempo?'. 'Yo le voy a recomendar un cirujano de real valor, no se preocupe'. El cirujano 'de real valor' además de su capacidad profesional retornará al cardiólogo mandante un 50% de los honorarios!
Varios de esos pacientes han venido a mi consulta no obstante las 'indicaciones' de su cardiólogo. '¿Doctor, usted sigue operando?' y una vez más debo explicar que sí, que lo sigo haciendo con el mismo entusiasmo y responsabilidad de siempre.
Muchos de estos cardiólogos, son de prestigio nacional e internacional.
Concurren a los Congresos del American College o de la American Heart y entonces sí, allí me brindan toda clase de felicitaciones y abrazos cada vez que debo exponer alguna 'lecture' de significación. Así ocurrió cuando la de Paul D. White lecture en Dallas, decenas de cardiólogos argentinos me abrazaron, algunos con lágrimas en los ojos. Pero aquí, vuelven a insertarse en el 'sistema' y el dinero es lo que más les interesa.
La corrupción ha alcanzado niveles que nunca pensé presenciar. Instituciones de prestigio como el Instituto Cardiovascular Buenos Aires, con excelentes profesionales médicos, envían empleados bien entrenados que visitan a los médicos cardiólogos en sus consultorios. Allí les explican en detalles los mecanismos del retorno y los porcentajes que recibirán no solamente por la cirugía, los métodos de diagnóstico no invasivo (Holter eco, camara y etc., etc.) los cateterismos, las angioplastias, etc. etc., están incluidos..
No es la única institución. Médicos de la Fundación me han mostrado las hojas que les dejan con todo muy bien explicado. Llegado el caso, una vez el paciente operado, el mismo personal entrenado, visitará nuevamente al cardiólogo, explicará en detalle 'la operación económica' y entregará el sobre correspondiente!.
La situación actual de la Fundación es desesperante, millones de pesos a cobrar de tarea realizada, incluyendo pacientes de alto riesgo que no podemos rechazar. Es fácil decir 'no hay camas disponibles'.
Nuestro juramento médico lo impide.
Estos pacientes demandan un alto costo raramente reconocido por las obras sociales. A ello se agregan deudas por todos lados, las que corresponden a la construcción y equipamiento del ICYCC, los proveedores, la DGI, los bancos, los médicos con atrasos de varios meses.. Todos nuestros proyectos tambalean y cada vez más todo se complica.
En Estados Unidos, las grandes instituciones médicas, pueden realizar su tarea asistencial, la docencia y la investigación por las donaciones que reciben.
Las cinco facultades médicas más trascendentes reciben más de 100 millones de dólares cada una! Aquí, ni soñando.
Realicé gestiones en el BID que nos ayudó en la etapa inicial y luego publicitó en varias de sus publicaciones a nuestro instituto como uno de sus logros!. Envié cuatro cartas a Enrique Iglesias, solicitando ayuda (¡tiran tanto dinero por la borda en esta Latinoamérica!) todavía estoy esperando alguna respuesta. Maneja miles de millones de dólares, pero para una institución que ha entrenado centenares de médicos desparramados por nuestro país y toda Latinoamérica, no hay respuesta.
¿Cómo se mide el valor social de nuestra tarea docente?
Es indudable que ser honesto, en esta sociedad corrupta tiene su precio. A la corta o a la larga te lo hacen pagar.
La mayoría del tiempo me siento solo. En aquella carta de renuncia a la C. Clinic , le decía al Dr. Effen que sabía de antemano que iba a tener que luchar y le recordaba que Don Quijote era español!
Sin duda la lucha ha sido muy desigual.
El proyecto de la Fundación tambalea y empieza a resquebrajarse.
Hemos tenido varias reuniones, mis colaboradores más cercanos, algunos de ellos compañeros de lucha desde nuestro recordado Colegio Nacional de La Plata, me aconsejan que para salvar a la Fundación debemos incorporarnos al 'sistema'.
Sí al retorno, sí al ana-ana.
'Pondremos gente a organizar todo'. Hay 'especialistas' que saben como hacerlo. 'Debes dar un paso al costado. Aclararemos que vos no sabes nada, que no estás enterado'. 'Debes comprenderlo si querés salvar a la Fundación'
¡Quién va a creer que yo no estoy enterado!
En este momento y a esta edad terminar con los principios éticos que recibí de mis padres, mis maestros y profesores me resulta extremadamente difícil. No puedo cambiar, prefiero desaparecer.
Joaquín V. González, escribió la lección de optimismo que se nos entregaba al recibirnos: 'a mí no me ha derrotado nadie'. Yo no puedo decir lo mismo. A mí me ha derrotado esta sociedad corrupta que todo lo controla. Estoy cansado de recibir homenajes y elogios al nivel internacional. Hace pocos días fui incluido en el grupo selecto de las leyendas del milenio en cirugía cardiovascular. El año pasado debí participar en varios países desde Suecia a la India escuchando siempre lo mismo.
'¡La leyenda, la leyenda!'
Quizá el pecado capital que he cometido, aquí en mi país, fue expresar siempre en voz alta mis sentimientos, mis críticas, insisto, en esta sociedad del privilegio, donde unos pocos gozan hasta el hartazgo, mientras la mayoría vive en la miseria y la desesperación. Todo esto no se perdona, por el contrario se castiga.
Me consuela el haber atendido a mis pacientes sin distinción de ninguna naturaleza. Mis colaboradores saben de mi inclinación por los pobres, que viene de mis lejanos años en Jacinto Arauz.
Estoy cansado de luchar y luchar, galopando contra el viento como decía Don Ata.
No puedo cambiar.
No ha sido una decisión fácil pero sí meditada.
No se hable de debilidad o valentía.
El cirujano vive con la muerte, es su compañera inseparable, hable de debilidad o valentía.
El cirujano vive con la muerte, es su compañera inseparable, con ella me voy de la mano.
Sólo espero no se haga de este acto una comedia. Al periodismo le pido que tenga un poco de piedad.
Estoy tranquilo. Alguna vez en un acto académico en USA se me presentó como a un hombre bueno que sigue siendo un médico rural. Perdónenme, pero creo, es cierto. Espero que me recuerden así.
En estos días he mandado cartas desesperadas a entidades nacionales, provinciales, empresarios, sin recibir respuesta.
En la Fundación ha comenzado a actuar un comité de crisis con asesoramiento externo. Ayer empezaron a producirse las primeras cesantías. Algunos, pocos, han sido colaboradores fieles y dedicados. El lunes no podría dar la cara.
A mi familia en particular a mis queridos sobrinos, a mis colaboradores, a mis amigos, recuerden que llegué a los 77 años. No aflojen, tienen la obligación de seguir luchando por lo menos hasta alcanzar la misma edad, que no es poco.
Una vez más reitero la obligación de cremarme inmediatamente sin perder tiempo y tirar mis cenizas en los montes cercanos a Jacinto Arauz, allá en La Pampa.
Queda terminantemente prohibido realizar ceremonias religiosas o civiles.
Un abrazo a todos
René Favaloro
jueves, 8 de julio de 2010
martes, 6 de julio de 2010
lunes, 5 de julio de 2010
Tom Williams: Contratado por Apple a los 14 años. Su historia completa.
Tom Williams: Contratado por Apple a los 14 años. Su historia completa. © 2009 Derek Sivers
2009-11-28
Recientemente pasé una semana en Vancouver, Canadá, considerando la posibilidad de mudarme allí, cuando mi amigo Ariel Hyatt me dijo, "Tienes que conocer a este tipo increíble llamado Tom Williams. Fue contratado por Apple cuando tenía solo 14 años. Creo que la empresa tuvo que adoptarlo legalmente, o algo parecido, para poder emplearlo. Es un buscavidas como tú. Además su esposa, Jessie es una artista country maravillosa".
Compartí una cena con Tom, me fascinó su historia y quise compartirla con todos.
Especialmente en el contexto actual del 10%-25% de desempleo, su historia y su filosofía contienen lecciones muy inspiradoras acerca de cómo obtener un empleo o hacer grandes negocios a pesar de la falta de experiencia.
Así que grabé una llamada telefónica y lo dejé contar su historia con sus propias palabras:

Mi madre llama a esta historia "mi sofisticada manera de huir de casa", aunque no lo haya hecho con un saco con mis cosas sobre los hombros.
Crecí en una familia del todo normal, de clase media, en Victoria. Muy, muy feliz. Pero no era un muy buen alumno en la escuela. De hecho, era un rebelde. Ni siquiera llevaba papel y lápiz a clase. Interrumpía a mis maestros. Cuestionaba lo que nos enseñaban. El tema central de todas las reuniones entre mis padres y los maestros era cómo hacer para que Tom sea menos conflictivo, y un poco más conformista.
Y en el mismo momento, mis padres, durante las vacaciones de verano entre el 6to. y el 7mo. grado, me anunciaron su sepración. Eso me devastó por completo. Aunque mis padres estaban manejando su separación de manera bastante amigable, yo me sentía muy angustiado y muy enojado.
Entonces me di cuenta que me encontraba en una situación de absoluta impotencia y que la única solución era conseguir mis propios ingresos.
Comencé vendiendo barras de chocolate, hasta convertirme en el mayor vendedor de la escuela. Sin embargo, aunque había vendido alrededor de U$S2.000 en chocolates cubiertos con almendras, solo me alcanzó para comprar un Nintendo.
Me sentí un poco estafado, así que negocié para ser el distribuidor directo de toda esa operación de venta mayorista de barras de chocolate, básicamente usurpando a la escuela. Yo obtenía mi dólar y ellos el suyo. Mi papá tuvo que dar fe de que no me comería el inventario.
Ese verano vendí muchos miles de dólares en barras de chocolate. Pero no era un niño pasivo que se sentaba fuera de la tienda, con la cabeza baja, esperando que alguien se apiadara de él. Yo, literalmente, caminaba hacia atrás con una barra de chocolate en la mano. Si alguien venía caminando hacia mí, le lanzaba mi refinadísimo discurso de por qué esos chocolates eran los mejores del mundo. De hecho, se llamaban El Mejor Chocolate del Mundo, de donde saqué mi argumento de venta.
De niño era muy malo con las matemáticas, hasta con las más rudimentarias. Hasta tuve que ir a la escuela de verano una vez. Sin embargo, comprendía cuándo me estaban sacando ventaja y cuando tenía el control.
Con mi primer stand de limonada me di cuenta que estaba obligado a gastar dinero para comprar Kool-Aid. Esto significaba que o tenía que gastar la totalidad de las ventas del día de cinco o diez centavos cada una (que era el precio competitivo de entonces), o debía robar el Kool-Aid o tenía que encontrar una solución para poder afrontar estos enormes costos iniciales.
Me las ingenié para poner mi aviso en la tienda local, sin la ayuda de mis padres. Ellos eran académicos y burócratas, para nada emprendedores. Para mí era instintivo darme cuenta si un trato era malo o bueno. Era una cuestión innata y siempre estaba tratando de hacer buenos tratos.
Siempre confié en mis propios instintos. Sabía que si quería que algo se hiciera, tenía que hacerlo yo mismo. Nadie más lo haría por mi. Nadie más me apoyaría. No esperaba ser apoyado. Solo sabía que si quería hacer algo, tenía que hacerlo y punto. Así viví cada aspecto de mi vida.
Hasta cuando me empecé a interesar en el avistaje de pájaros, armé un newsletter y hacía pagar una suscripción a mi familia y amigos. Estaba constantemente pensando en cómo hacer dinero y generar ganancias.
Con las ganancias de la venta de barras de chocolate, alquilé una oficina en el mismo edificio donde se encontraba la oficina de ventas de Apple en Victoria. Iba a mi oficina después de la escuela, no tenía mucho que hacer pero trataba de crear juegos educativos en CD-ROM. Hasta tenía un servicio externo de recepcionista.
Este fue el puntapié inicial. Tenía muy en claro que quería encontrar un atajo en el camino de la vida. No quería estar en la escuela hasta el 12do. grado o en casa. Quería vivir por mi cuenta y ser libre.
Leí la biografía de John Sculley, que era el CEO de Apple en ese entonces, y mi héroe. Así como los héroes de otros niños son estrellas del deporte o actores, él era mi héroe. Quería ser “él” o como él.
Así que comencé a llamar a Apple en 7mo. grado. Cada mañana, alrededor de las 8 AM, antes de ir a la escuela, llamaba al número del conmutador general de Apple y pedía hablar con la oficina de John Sculley y me pasaban con su asistente.
Cada mañana hablaba con Jerry, su asistente y durante las primeras semanas, comencé con mi discurso habitual. Había encaminado mi charla por el lado del desarrollo comercial. Soy el CEO de mi propia compañía (que se llamaba Desert Island Software) y él es el CEO de su compañía. Tengamos una charla entre dos CEOs para ver cómo podemos trabajar juntos.
Durante las primeras semanas, estoy seguro que Jerry pensó que se trataba de una especie de broma o de un loco. Luego mi discurso comenzó a ser menos formal y decía, ¨Hola, Jerry, ¿cómo estás?¨ Él era el guardián de entrada de alguien que recibe muchas llamadas no deseadas. Pienso que me di cuenta instintivamente que creando una relación con Jerry, estaba creando una relación con el guardián de entrada. Si le agradas y te apoyan, es muy útil.
Y allí estaba, literalmente llamándolo cada mañana durante un año y medio. La relación obviamente evolucionó a ¨Hey Jerry, ¿cómo va?" y "Oh, sabes Tom, esta semana la escuela se está poniendo un poco complicada" y bla, bla, bla.
Paralelamente, ya que alquilaba esta oficina, estaba haciendo crecer una relación con los dos tipos de ventas locales que, a esta altura, se habían interesado en mí y a los que me los cruzaba cada mañana. Escribían emails, que de alguna manera llegaban a Cupertino. Creo que era simplemente un gesto de benevolencia. Allí estaba este muchacho joven, entusiasta, pero básicamente distinto a cualquier fanático de Mac, tratando de armar su propia compañía de software.
Fueron capaces de hacerme conocer en las altas esferas de la compañía, hasta la oficina de John, Jerry y otros miembros del staff. De repente había toda esta movida de personas interesadas en ayudarme y en ver mi sueño hecho realidad.
Y mi sueño era: encontrarme con John por cinco minutos y luego de haberlo conocido, lanzarle mi discurso en persona. Sabía que si me daban esos cinco minutos, sería capaz de convertirlos en media hora y esa media hora sería decisiva para lo que ocurriría después.
Gracias a la generosidad de mucha, mucha gente de Apple, acordaron darme un pase libre para la Conferencia de Desarrollo Mundial, que pienso que costaba alrededor de U$S1.500 para una semana entera.
Debido al divorcio, mi mamá y yo éramos bastante pobres. Hasta tuvimos que pedir dinero prestado a mi abuela (siempre me conmuevo al recordar su generosidad), para poder pagar el billete de avión para mi mamá y yo, en mayo de 1993.
De hecho la acreditación para la conferencia había comenzado el domingo, que era el 15 de Mayo. Recuerdo la fecha porque era el Día de la Madre y mi mamá había pensando que podríamos pasar un lindo día para celebrarlo. Nos hospedamos en un hotel cerca del Centro de Convenciones en San Jose y devoré mi desayuno porque quería tener mi acreditación en Apple lo antes posible.
Y allí estaba, acreditado y bienvenido. La gente decía, "Oh, bien, estamos esperando a un niño pequeño de Canadá para la conferencia." y ese niño era yo. El RR.PP. de John me dijo, "OK, como primera cosa mañana por la mañana, debes estar aquí a las 7:30, despierto y puntual, y antes de que John comience su presentación de apertura, tendrás tus cinco minutos."
Para mí, era como la noche anterior a pisar un estadio por primera vez y lanzar la primera bola. Era el clímax de mi sueño. No pude dormir, mi mente luchaba por decidir cómo emplearía esos cinco minutos para lograr causarle una fuerte impresión. A través de sus libros, sabía que era un hombre de conceptos y le encantaba proponer nuevas ideas en el mercado, nuevas formas de posicionar las cosas.
Conocía los rumores sobre qué tecnologías serían introducidas en la conferencia y de qué hablaría en su presentación de apertura. Yo estaba estudiando estas tecnologías para presentar mi propia versión.
En ese entonces, lo que iba a ser anunciado en la conferencia era el Newton. Posteriormente fracasó, pero fue exitoso desde el punto de vista de la innovación.
Tenía mis propias tarjetas comerciales que decían, Tom Williams, CEO, Desert Island Software. Lo encontré y comencé a hablar. Le dije, "Esto es lo que pienso del Newton...¨ Le hice un discurso de cinco minutos de algo que pensaba podría impresionarlo. Esos cinco minutos se convirtieron en media hora, hasta que lo obligaron a salir para dar la presentación de apertura.
Al final de la charla, intercambiamos nuestras tarjetas comerciales. Tenía dos tarjetas comerciales, una que decía "Chief Listener (Jefe de Escuchadores)" y otra que decía "CEO". Me dio su tarjeta de CEO porque no tenía más de las otras. Prometimos mantenernos en contacto.
Me habían dado un acceso VIP para la Conferencia. Me senté junto a todos los vicepresidentes. Fui uno de los pocos muchachos fuera de Apple que experimentó con el Newton. Fui catalogado como un muchacho interesante y conocí a cada vicepresidente de la compañía que estaba allí esa semana.
Tres meses después de la conferencia, John dejó Apple. Fue expulsado por un golpe en una sala de juntas y luego se pasó a una compañía llamada Spectrum. Estuvo allí muy poco tiempo. No le fue muy bien.
Como consecuencia de haber dejado Apple, John pudo tener algo de tiempo para llamarme. Recuerdo el primer llamado. Había dejado mi oficina, porque mi dinero de las ventas de barras de chocolate se estaba acabando. En ese tiempo, había instalado mi oficina en mi dormitorio en Victoria. El teléfono sonaba en el dormitorio de arriba. Yo estaba abajo y podía escucharlo sonar. Corrí a toda velocidad y John estaba al teléfono.
Debido a la cantidad de contactos personales que hice durante la Conferencia Mundial de Desarrollo de ese año, otros ejecutivos de Apple y el equipo de ingeniería del equipo de productos de QuickTime habían organizado todo para que vuelva a la conferencia, pero esta vez como orador.
Iba a demostrar el uso de un API de conferencias de QuickTime con el que un desarrollador amigo mío y yo habíamos trabajo en forma experimental. Con el API de conferencias de QuickTime podías construir cualquier interfaz sobre cualquier función básica de video conferencias. Habíamos creado esta interfaz de comunicación tipo Star Trek. Era visualmente atractiva, había coincidido con los técnicos y yo estaba allí para presentar una demo.
Gracias a esa demo, a mi cerebro y a la cultura corporativa de Apple (que en ese momento atravesaba su "era oscura"), me contrataron.
Estábamos justo en el final de la primera era del capital humano y la innovación, de manera que las personas más respetadas en el campus eran los ingenieros. A los ingenieros no les importaba ni tu aspecto ni tu formación académica. Demostrabas tu valor por la simple razón de poder interactuar con ellos, mostrando cómo funcionaba tu cerebro durante esas conversaciones.
Aunque me consideraba alguien del marketing, fue el equipo de ingeniería quien, ese miércoles de la Conferencia Mundial de Desarrollo de 1994, me había ofrecido el trabajo. Me dijeron, "¡Queremos que vengas a trabajar con nosotros!"
Al mismo tiempo estaba terminando mi año escolar y John y su esposa estaban desarrollando su propia compañía de CD-ROMs multimedia en San Francisco, donde vivía su hijo. A esta altura, John se había convertido en uno de mis mentores. Lo invité a formar parte de la junta de asesores de Desert Island Software, y aceptó. Hasta me envió una carta que he enmarcado, confirmando su aceptación en la junta de asesores. A mi mamá le parecía bien que fuera a vivir con su hijo y su nuera durante el verano para adquirir algo de experiencia laboral.
Mientras adquiría experiencia laboral, visitaba Cupertino de vez en cuando durante el verano para tratar de decidir cómo consideraría esta propuesta laboralque me estaban ofreciendo, ser contratado a pesar de que estaba contra las leyes laborales infantiles, las de inmigración y todo eso. Lo que hicieron fue argumentar que si yo era un consultor contratado por Apple a través de una compañía canadiense, la compañía canadiense sería responsable de esas cuestiones.
Fueron capaces de trasladar la culpa o la responsabilidad a otra parte. Pero ahora el problema era que ni siquiera podía ser el director de mi compañía, porque tenía menos de 18 años.
Mi mamá me apoyaba, muy a su pesar, pero siempre estaba preocupada por los inconvenientes que todo esto podría traer a mi estabilidad, a mi niñez y por todas las cosas por las que se preocupan las madres.
La convencí, al menos, de comenzar la compañía, eso fue en los tiempos de Desert Island Software. Pusimos en marcha la compañía y literalmente una semana antes de volver a casa para empezar el 9no grado, el equipo dijo, "Hey, lo hemos resuelto. ¿Quieres firmar el contrato?
Llamé a mi mamá un lunes y le dije, "Mami, voy a empezar a trabajar en Apple el martes y no voy a volver a casa." Fue muy duro para mi mamá, sabes: su bebé, California, etc. Mi mamá, sabiendo lo testarudo que era, y teniendo conciencia de todos estos factores que estaban en juego, aceptó. Me permitió hacerlo aunque estaba muy, pero muy preocupada que yo haya negociado mi propio contrato.
Más tarde supe que ella fue personalmente a Apple y negoció un tipo de contrato diferente, que era para decir, "Hey, saben muchachos, tendrán que hacerse responsables por mi hijo, no solo en términos de su bienestar físico, sino también de su bienestar espiritual y emocional."
En ese momento era un violonchelista y tenía un montón de otros intereses y ella sólo quería asegurarse de que tuviera una niñez y una vida relativamente equilibrada.
Apple tenía una cultura corporativa increíble. Había muchas personas que se ocupaban de mí, especialmente por lo que estaba haciendo allí. Tenía muchas oportunidades de comportarme como un jovencito rebelde, y algo de eso hice, pero generalmente tenía un enorme grupo de personas dando vueltas alrededor mío.
Recuerdo que una vez hicieron una Fiesta de la Cerveza en el campus, en ocasión del lanzamiento alpha o beta de un producto de software. Yo estaba tomando una cerveza y una persona de Recursos Humanos se enloqueció por ello. Pasaban muchas cosas por estilo.
Sin embargo, no era el más joven. Estaba Chris Espinosa, que de hecho fue el empleado número ocho de Apple. Ya que yo nunca había sido un empleado, sino un contratista, soy el contratista más joven que ha tenido Apple. Chris fue el empleado más joven de la historia de Apple y creo que me ganó por un año o algo así. Chris, de hecho, se había llevado el título y siempre lo tendrá.
Fui contratado en el grupo de productos de QuickTime y tenía muchos conocimientos técnicos. Podía comprender los conceptos técnicos a niveles bajos, pero siempre era malo, casi completamente inútil, en programación.
El equipo pensó, "¿Qué hacemos de este muchacho? ¿Qué vamos a hacer con él?¨ Me pusieron en un rol de evangelista. No fue planeado. No dijeron, "Oh, Tom sería maravilloso para eso." Solo pensaron que sería un tipo maravilloso para tener cerca. Tuvimos que tratar de buscar cuál era mi rol.
Con QuickTime, estábamos tratando de construir una plataforma, una plataforma multimedia, como corolario de algunas partes técnicas de viejas versiones de QuickTime. En ese entonces, en la industria de la música había un nuevo standard llamado CD-plus y el CD-ROM. CD-plus era una forma totalmente diferente de hacer un CD. Tenías una pista de datos y una pista de audio en un CD. La idea era usar QuickTime para demostrar como podíamos crear contenidos interactivos para artista que incrementarían el rendimiento musical en un CD-ROM.
Estábamos en 1995 e Internet era cada vez más popular. Era salir del mundo académico para entrar en el mundo de la tecnología marginal. No siguiendo a la corriente, pero más tendientes a pensar, "¿Qué podemos hacer con esto? ¿Cómo podemos usarlo?", etc.
En realidad, nuestra visión de cómo QuickTime y la movida de la música online podía interactuar entre sí era que podíamos tener archivos individuales que contuvieran la música, pero también una estructura de datos muy pero muy simple que describiera la canción. Ser capaces de usar una aplicación que sea capaz de leer los datos y traer otros contenidos interesantes en forma de links comerciales. Links de la web, que permitirían un mayor descubrimiento de la música, pero también permitirían hacer un seguimiento de cómo era explorada esa música y la manera en que los fans se relacionaban con un track en particular.
Se nos había encargado no solo hacer algunos prototipos para concretar esto y lanzarlo de manera diferente para los artistas y los sellos, sino también, en última instancia, mi misión era la de evangelizar a la comunidad musical.
Recuerdo haber estado con Radiohead en el backstage de un show que hicieron en San Franciso en 1995. Tom ya diseñaba la tapa de su álbum usando el Photoshop en una Mac. Teníamos un tremendo número de artistas que ya eran usuarios de Mac. Tratábamos de explicarles, "Hey, ¡hay muchas cosas nuevas que están por venir!
En Nueva York, éramos parte del New York Music Festival, transmitiendo en 13 clubs. Tocaban 270 bandas en siete días y nosotros transmitíamos las presentaciones en vivo por streaming a todas las personas de la web. Con la peor de las conexiones, probablemente a cuatro cuadros por minuto, con la peor calidad de sonido mono a 8 kHz.
El enfoque que le di a mi trabajo para llegar al negocio de la música fue el mismo que utilicé con Sculley. Todos somos personas, a pesar de los títulos, y todo eso . Todos estábamos en una relación de igualdad y solo se trataba de ser agradables y caerle bien a la gente.
Lo que pasó luego de unirme a Apple fue que hubo muchos intentos, a un alto nivel, de crear lo que la prensa llamó "Sili-wood", que era Hollywood y Sillicon Valley unidos para crear proyectos masivos de CD-ROM producidos en estudio.
Los observadores de la industria decían que las dos culturas se enfrentaban. Los tipos del Silicon Valley decían, "Bueno, esta la forma en que tratan de imponer sus metodologías y su enfoque comercial en Hollywood." y viceversa.
A pesar de todo, yo era un muchacho feliz que estaba muy entusiasmado con las tecnologías con las que trabajaba. Trabajar en Apple era el sueño de mi vida. Ese entusiasmo y esa pasión eran conmovedoras, y también el hecho de que era solo un niño.
Durante el primer año, literalmente en cada una de las nuevas reuniones, todos se ponían a buscar la cámara oculta. Mirándose unos a otros, preguntándose el hijo de quién era este niño, o quién había planeado esa broma. Luego comenzaba la reunión y las personas todavía estaban como riéndose. Después de cinco minutos, a causa de lo que estaba diciendo y de cómo lo estaba diciéndolo, se daban cuenta que a pesar de ser bastante raro, era verdad que ese niño trabajaba en Apple.
La industria de la música tenía la misma actitud con las personas. No les importaba ni tu apariencia, ni tu experiencia. Si podías hacer tu parte, era lo único necesario para que te acepten.
Era exactamente la misma cultura que me hizo entrar en Apple. Estaba viviendo en la convergencia de estas dos culturas y realmente funcionó para mí. Estaba haciendo cosas realmente importantes.
Me había acercado a Bill Bottrell, un ingeniero y técnico de estudio muy famoso, que también había sido bastante reconocido como productor. Había producido el primer álbum de Sherly Crow, "Tuesday Night Music Club", y el título de ese álbum no era una coincidencia. Organizaba una jam session todas las noches de los martes en su estudio de Pasadena, con amigos y músicos que Bill conocía.
Nuestra idea era transmitir desde el estudio para que el mundo exterior pudiera ver lo que pasaba dentro y permitir a los que estaban afuera contribuir con ideas de canciones y letras. Entonces si esas canciones se grababan, básicamente te convertías, en virtud de una membrecía, en un colaborador. Te inscribías para tener una compilación en CD del audio de todas las canciones que se habían preseleccionado y también podías obtener una especie de pequeña toma pre-negociada de la canción con la que habías contribuido.
Si nos adelantamos a 2009 y a los contenidos generados por los usuarios, la colaboración online, quiero decir, esto era en 1995, simplemente no teníamos el ancho de banda necesario para hacerlo. Tampoco teníamos una base de usuarios. Aunque Bill estaba tremendamente contento con esto, y estaba en un nivel ejecutivo de Apple bastante alto, el concepto escaló varios pisos sobre mí hasta el nivel de la vicepresidencia, pero ellos estaban buscando algo más.
Concebían a nuestro material musical como un material corporativo más tradicional. Así que el objetivo era la exposición en la industria de la música, exposición a los consumidores, sin entrar demasiado en la historia de Apple, se podía argumentar que la música era parte del ADN de Apple desde el principio.
Aunque John se había ido, la visión era más, "Hey, si pudiéramos hacer un material altamente visible y recibir el apoyo de los músicos por lo que estamos haciendo." Recuerda la campaña "Piensa Diferente".
El verdadero objetivo de negocios técnico de nuestra unidad era ese 90% de la industria de la música, teníamos una franja del 90% de computadoras en estudios y músicos desde una pura perspectiva del análisis del mercado, el otro diez por ciento era analógico, y aquellos muchachos no cambiarían. Si podíamos crear material de alto concepto, ser vistos como verdaderos partidarios de la industria, quizás podíamos mover el cuadrante, uno, dos porciento, dentro de ese 10%.
Recuerda que solamente la plataforma Mac trabajaba con Pro Tools, Digidesign y todo eso. Estábamos en una especie de cultura corporativa. Esto era ilustrativo de la desconexión que existía en los tiempos cuando estaba en Apple y el CEO era Michael Spindler.
Me fui antes de que llegara Gil Amelio. Spindler y Amelio fueron posiblemente dos de los peores CEOs que Apple haya tenido. Bueno, solo han habido cuatro. Esto era un indicador de su mentalidad de "vendamos más cajas", entonces nuestro material musical caía bajo el razonamiento de, "vendamos, movamos el cuadrante hacia esos muchachos analógicos."
La realidad era que si esos muchachos eran analógicos por alguna razón, no era probable que cambiaran de software porque nosotros éramos los sponsors de Woodstock 2.
Sin embargo, ésa era mi mentalidad. Mientras que internamente, bajando de la vicepresidencia hasta la dinámica operativa de la unidad, se trataba de mantener esa cultura por la cual Apple era famosa. La cultura de la inovación temprana, el concepto, llegar a los innovadores y potenciarlos con nuestras ideas.
Había esa desconexión con la cultura corporativa que se reflejaba en toda la compañía.
Con el negocio del estudio, si bien existía bastante apoyo, se redujo a la negociación de un contrato legal. Los asuntos legales que un abogado especializado en entretenimiento trajo al contrato y los que trajeron nuestros abogados del Fortune 500 Silicon Valley, eran disposiciones contractuales muy pero muy diferentes.
En mi tarjeta comercial y en el título de mi oficina se leía, ¨Tom Williams, The Kid (El Niño)". Ésa fue la marca que me crearon, que rápidamente adopté y la adopté como propia.
Dejé Apple ya que mis padres habían comenzado con los procedimientos de divorcio. Mi padre no quiso pagar la cuota de alimentos porque en los papeles estaba ganando más dinero que él. No sabía manejar el dinero, y estaba gastando más de lo que ganaba.
Dada la particularidad de nuestra historia, salió en los periódicos locales y fue divulgada en las agencias de noticias de todo el país muy a toda velocidad. La televisión canadiense tuvo interés en hacer una historia sobre mí. CBC National, que era el noticiero nacional que se transmitía durante las horas de mayor audiencia en Canadá, me llamó a California para hacerme una entrevista para un documental.
Negocié, y para entonces había varias cosas escritas sobre mí en The Christian Science Monitor, the New York Post, A Current Affair. Tenía mucha difusión y salía con los músicos. Muy pronto comprendí la importancia de tener control sobre tu propia marca. Esto no lo hice con la gente de RR.PP. de Apple, sino directamente entre la gente de CBC y yo.
Ese documental dio a conocer al público la marca "The Kid" en Canadá y, en consecuencia, tuve muchas propuestas de trabajo.
Antes de que comenzara el documental, muchos de nuestros nuevos muchachos de los medios fueron contratados por Microsoft. Microsoft se había dedicado a promocionar su propio material musical muy agresivamente, pero Apple era mejor a la hora de lograr triunfos en el marketing de alto perfil.
La cultura corporativa de Microsoft era muy diferente de la de Apple. A pesar de que tenían muchísimo más dinero para gastar, y tuvieron la canción "Start Me Up" de los Rolling Stones para Microsoft, podían comprar su camino hasta cierto punto. Tuve una entrevista con Microsoft, ya que muchos de los muchachos que conocía de Apple estaban allí.
Para entonces, el documental había salido y tenía un montón de ofertas de trabajo, una de las cuales me hizo volver a Vancouver.
Era el lanzamiento de la marca "The Kid", que se convirtió, para bien o para mal, en parte de mi personalidad pública, con mucho éxito durante los siguientes diez años de mi vida.
Durante diez años, utilicé la misma estrategia: crea relaciones, el éxito requiere una constante interpretación errónea de las probabilidades, tener acceso a alguien que fue famoso o que está en cierto nivel. La idea de que no podía tener acceso a eso no existía.
No existía ningún tipo de intimidiación psicológica porque siempre he tenido ese extremo nivel de confianza, o tal vez era pura arrogancia. O es una extrema confianza o se trata de ver a todos, incluyéndome a mi, como pares.
Todo esto lo considero una mera cuestión de suerte, en realidad no implicaba ningún tipo de cosa especial que yo u otra persona poseyera. Mantiene la relación, sé amable, sé agradable y así obtendrán buenas cosas.
Recuerdo haber trabajado como analista en tecnología para pésima casa de corretaje de inversiones al pormenor de Canadá. No es que quiero insultar a la comunidad tecnológica de Canadá de mitad de los años '90, pero yo quería lograr los mismos tratos que conseguían los bancos de inversiones en blanco.
En Boston había una compañía llamada Invention Machine que tenía una gran cantidad de capital de riesgo puesto en él, y estaban contemplando un IPO (puesta de venta inicial pública de los valores). Necesitaban algunos millones de dólares cosechados en privado antes de vender los valores públicamente, y éste era el tipo de cosas a las que me dedicaba.
Sabía que el CEO era un fumador, ya que nos habíamos conocido en el pasado en una conferencia donde hablamos sobre cigarros. Hay algo muy gracioso en esto. Un muchacho de 18 años hablando de su amor por los cigarros a un hombre de 50. Ahora que lo recuerdo parece tan tonto y lúdico.
Sea como sea, compré una caja de cigarros y se la envié una semana después de nuestro encuentro. Comí y bebí con él. La noche anterior a cuando estaba por encontrarme con su junta, donde había muchachos de estos bancos de inversión de Nueva York y fondos de capitales de riesgo, lo convencí de darme la oportunidad de hacer una ronda de capital privado para su compañía. Nos dimos un apretón de manos, pero dijo que la última decisión la tenía su junta.
Esta junta muy, pero muy poderosa estaba como diciendo, "¡Esto es una broma! ¿Por qué tendríamos que hacerlo contigo?" Yo dije "Bueno, lo tendremos listo en una semana." Ellos dijeron, "Todos dicen eso y nadie lo hace." Yo dije, "Entonces no tienen ninguna responsabilidad si no lo puedo hacer." Él dijo, "Bueno, creo que has ganado."
Esto fue un martes. El miércoles volé a Toronto, me reuní con un fondo común de inversión. Para el jueves ya teníamos una hoja de acuerdo. Para el viernes volaron para allí y el trato se cerró el miércoles siguiente. El compromiso estaba listo, casi de inmediato. Me gané el respeto de ese equipo y esa junta.
Mi cita favorita es del autor y consultor de marketing Tom Peters, "El éxito requiere una persistente interpretación errónea de las probabilidades." Y así fue exactamente. No conocía esa cita cuando lo hice, pero se adapta muy bien para describir parte de mi actitud y mi enfoque sobre estas cosas.
Sobre todo, se trató de una cuestión de relaciones. Si le caes bien a la gente, quieren verte triunfar. Si quieren verte triunfar, te ayudarán a hacerlo. Tiene que ser genuino.
Muchas personas encaran el construir relaciones como una transacción de mercaderías. Por más genuino que intentes mostrarte, ellos podrán develar tu juego. Tómate tu tiempo.
Al principio de esta semana, volví para casa con mi mamá y nos pusimos de acuerdo en tomar un ferry especial, que me permitiría tener quince minutos cara a cara con uno de mis amigos y mentores.
Ella me dijo: "¿Para qué molestarse si son solo quince minutos?" Y yo respondí: "Bueno, porque es tiempo cara a cara y esos quince minutos deberían ser usados para construir y fortalecer nuestra relación."
¿Qué puedes lograr en quince minutos? Nada más y nada menos que fortalecer una relación.
Reconoce que al ser útil y bueno con los demás, tendrás la oportunidad de construir un fuerte grupo de partidarios. Te elevarán a nuevas alturas y te protegerán. Si decaes, estarán allí para levantarte y apoyarte.
Creo que éste es uno de los componentes de los negocios que más se pasa por alto. Siempre podemos decir que al final del día, lo único que te queda son tus amigos.
Pero, si tus amigos son tus amigos, y sucede que están en el negocio, y son útiles para tu negocio, entonces mucho mejor, porque ellos siempre estarán allí para ayudarte.
¿Un aforismo profundo? Probablemente. ¿Completamente cierto? 100%.
© 2009 Derek Sivers
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